EL MUNDO DE VAN GOGH

“El mundo de Van Gogh” es una exposición inmersiva que nos sumerge en un espacio mágico de colores, de trazos y de música que entrelazan las diferentes etapas de la vida del pintor holandés.

Al entrar, nos recibe una interesante y completa reseña biográfica que hipnotiza y catapulta nuestra curiosidad a saber más acerca de la vida de Van Gogh. Le sigue la escenificación de dos de sus cuadros: “La habitación de Vicent van Gogh” y “Terraza de café por la noche”.

Una vez en el interior de la sala, durante la exhibición nos acompaña su trazo impresionista a través de sus pinturas y de las diferentes etapas su vida. Los lienzos cobran vida y se desintegran, introduciéndonos en su paleta como observadores privilegiados.

Nos pasean por “Los comedores de patatas” donde se refleja que aquellas gentes comían, tan solo, para tener fuerzas para trabajar. Los bodegones. París. Su vida bohemia. Sus muchos autorretratos. Su interés por el arte japonés. “El puente de Langlois en Arles” que plasmó en diferentes estaciones del año.

¿Y cómo, no? Sus inconfundibles girasoles, de los que hizo diversas versiones. Similares y, a la vez, diferentes. Una ola inunda la sala y nos sumerge entre las distintas tonalidades de amarillos y marrones. Me llamó la atención leer que uno de esos cuadros fue destruido por los nazis al ser considerado “arte degenerado”.

Una parte de la exhibición que me gustó por su creatividad fue la representación de la discusión que tuvo con Gaugin. “La habitación de Vicent” cobra vida y todos los objetos (silla, mesa, cama, etc.) salen disparados como si fueran las palabras que se lanzaron uno al otro y que desmoronaron su mundo.

Su internamiento en un centro psiquiátrico, después de cortarse el lóbulo de una oreja, es reflejado a través de un abanico de imágenes: ventanas que se introducen las unas en las otras y un pasillo que gira sobre sí mismo sin tener fin como si nos filtráramos en su mente.

Cierran la visita los cuervos del “Trigal con cuervos” que inundan la pantalla en negro y “Raíces de árboles” que nos conduce a su rúbrica.

Algunas de las pinturas que reconocí fueron:

  • La noche estrellada.
  • Los comedores de patatas.
  • Lirios.
  • Terraza de café por la noche
  • El café de noche
  • Trigal con cuervos
  • Almendro en flor
  • La habitación de Vicent
  • Raíces de árboles.
  • Los girasoles.

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